Santiago Molina, un joven de 28 años oriundo de La Calera, Córdoba, falleció tras una intensa lucha contra la viruela del mono en Playa del Carmen, México, donde residía desde hace más de un año. Santiago había emigrado al Caribe mexicano buscando nuevas oportunidades y un cambio de vida, lleno de esperanzas y proyectos.
Desde su llegada a Playa del Carmen, Santiago trabajó inicialmente en un hostel en las playas de Quintana Roo, para luego conseguir empleo en un bar, donde disfrutaba del estilo de vida que siempre había soñado. Sin embargo, su vida dio un giro inesperado cuando comenzaron a aparecer los primeros síntomas de la enfermedad.
Lo que en un principio parecían ser simples picaduras de mosquito en su rostro, manos y pelvis, pronto se convirtieron en ampollas llenas de líquido que, al reventarse, se acompañaron de episodios de fiebre alta que debilitaban su salud. Preocupado por la gravedad de los síntomas, Santiago fue ingresado en el Hospital General de Playa del Carmen, donde permaneció internado durante un mes y medio. Fue allí donde los médicos le diagnosticaron viruela del mono.
A pesar de que mostró algunas mejorías durante su hospitalización, el estado de Santiago era delicado. Su tía, Eugenia Follin, explicó que «estaba bastante mal del pulmón», y en una recaída, sufrió una broncoaspiración que lo llevó a ser trasladado a terapia intensiva, donde fue intubado. A pesar de los esfuerzos del equipo médico, la situación se complicó, y Santiago falleció el pasado domingo por la noche. Según su tía, la fisura pulmonar causada por la viruela fue la causa final de su fallecimiento.
La noticia de su muerte ha causado un profundo dolor entre sus familiares y amigos tanto en Argentina como en Playa del Carmen, donde Santiago era recordado por su alegría, su espíritu aventurero y su entusiasmo por la vida. Su partida deja un vacío inmenso en la comunidad que lo conoció y lo apreció.
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